He cambiado el hablar por escribir, me resulta más sencillo expresarme así, aunque si lo pensamos, las ideas expresadas no tienen por qué cambiar, pues siguen siendo las mismas que salen de mi mente, sea como sea que lo haga, la diferencia es que cuando escribo, nadie me ve, nadie está atento buscando algo para burlarse o para hacer notar cada cambio en mi color de piel cuando me invade la vergüenza. Odio eso, cuando me dicen: “te pusiste roja,” ¿qué pretenden con eso? Para qué señalar ese tipo de cosas, ah pero cuando tienes alguna mancha en la cara o un moco en la nariz, nadie dice nada, la gente es muy buena para juzgar pero no para ayudar.
A veces, quisiera ser otra, regresar el tiempo y cambiar eso de mí, socializar más, dicen que nunca es tarde para empezar, pero en este tema, me falta mucha voluntad, podría estar en un cuarto lleno de gente y pasar desapercibida, siempre he creído que no se necesita estar hable y hable para estar a gusto con una persona, pero también tengo que ser realista, si no hablo, cómo me conocerán, si no me hablan, cómo conoceré a los demás, es por eso que no me extraña estar ya casi 9 años sin novio, patético verdad, así es mi vida de patética.
Antes, me resultaba muy difícil expresar, aun por escrito, mis sentimientos, mis deseos, mis culpas, mis penas, mis miedos, ahora, es lo único que hago, tal vez en algún punto esto me ayude, a qué, no lo se aún, pero de algo tiene que servir. Aunque últimamente he llegado a ser muy impulsiva al decir ciertas cosas, al reclamar algo que tenia guardado por varios años, algo que me hacia daño y no lo dejaba salir por miedo. A veces decir las cosas no es tan bueno como parece, tiene mucha razón esa frase de: "No se tiene que decir todo lo que se piensa, pero si pensar todo lo que se dice."
No hay comentarios:
Publicar un comentario