Empiezo una nueva etapa,
Y si bien a esta edad no se puede empezar de cero,
Por lo menos decido qué llevarme y qué dejar.
Por lo pronto, dejo en esa habitación en la que viví estos últimos dos años,
Todos esos recuerdos que me hicieron daño en algún momento,
El recuerdo de las desilusiones amorosas,
El recuerdo de su regreso y el de su nueva partida,
El recuerdo de esas platicas de media noche,
El recuerdo de sus promesas sin cumplir,
El recuerdo de sus mentiras,
Y el recuerdo del llanto que parecía nunca tener consuelo.
Ahora, hay una nueva calle,
Hay nuevas paredes, que dan morada a mi soledad,
Hay nuevos muebles,
Incluso hasta nuevas sabanas.
Y a todo esto, se añade un nuevo viaje.
Todo parece ir en la dirección correcta…
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