jueves, 19 de septiembre de 2013

Carolina y su soledad...

(Esta es la tercera parte del cuento... Espero les guste)

Carolina comienza su breve historia:
-Créeme, mi vida no es tan interesante y no tengo una historia fascinante como la tuya con un amor que por fin puede concluir en un vivieron felices por siempre. Podría resumirse en que baso mis días en lo que imagino, en lo que creo en mi mente fuera de la realidad para poder soportar un día más en esta vida. He pasado desapercibida todo este tiempo, en todo sitio donde me encuentre, en cada persona que pasa por mi vida, es como si no existiera en este mundo, paso sin dejar huella, bien podría estar en un cuarto lleno de gente y nadie sabría que estuve ahí. Cómo llegue a este punto, realmente no lo sé, me pongo a pensar y a reconstruir en mi mente lo que he hecho en todos estos años, y solo encuentro a una persona introvertida, tímida, que batalla para socializar, que cuando le entrega su confianza a alguien, siempre terminan por aprovecharse, que aunque las desilusiones lleguen una tras otra, no ha perdido la esperanza de encontrar aunque sea a una sola persona que valga la pena. Ya sé, ya sé, estás pensando que exagero, pero no, realmente no lo hago, en todos estos años, mis únicas relaciones amorosas han sido dos, las cuales duraron poco tiempo, con decirte que ninguna llego al año, imagínate. Pero bueno, realmente no hay mucho qué hablar de mí. 

Llegó un momento de silencio, después de esas palabras dichas uno al otro, se quedaron mirando fijamente, como tratando de leerse la mente para saber si eran verdad o mentira las anécdotas.

Con un pequeño dialogo rompieron el silencio:
-Ya son las tres de la mañana; ¿aún sigues creyendo que vendrá Alicia?
-Es obvio que no, hace tres horas que deje de creerlo.
-Está por cerrar el bar, creo que ya es hora de irnos.
-Si vámonos, te acompaño hasta tu casa, es peligroso que andes sola a esta hora.

Así, emprendieron el camino, entre tropiezos por el alcohol alojado de más en su organismo. Llegaron a la casa, y en el momento de la despedida, ella lo invita a pasar, a tomar un último trago y brindar, sin tanto ruido, por el encuentro que para sorpresa de ambos, había cambiado la noche que tenían esperada. Sin muchos aspavientos, ni avisos previos, él se acercó y tomándola por la cintura, comenzó a besarla, beso obviamente correspondido por ella, sin pensar y solo dejándose llevar por el momento, una de sus manos acaricia suavemente el cuello y con la otra la engancha a él, recorre su espalda como queriendo proponer un juego, acercándose un poco más de lo debido, besando su cuello y los labios nuevamente, en un beso que parece infinito, sus manos presurosas van hacia sus caderas, que sin querer tocan la piel, piel con piel, en el fervor de los movimientos involuntarios, las manos de ella recorren su espalda, queriendo también sentir su piel pasa sus manos por debajo de la playera, deslizándolas suavemente por su abdomen, por su pecho, así le quita la playera, sin perder el ritmo de las caricias y los besos, la pericia de tal movimiento es sorprendente, que ella no percata el momento en el que tiene sus dos manos por debajo de la blusa sujetándola y conociendo e identificando cada parte de su espalda, los besos de él empiezan bajar a una zona que jamás había conocido, besa entre la zona del pecho y del cuello, sintiendo como ella responde a cada beso, a cada roce de la lengua, siente esa exaltación que le provoca, la respiración acelerándose poco a poco, ella trata de acercarlo más a su cuerpo, queriendo sentir el roce de piel con piel, empezando a besar de hombro a hombro, quiere sentir ese calor que va expulsando cada poro, pasándose atrás de él, besa su nuca, recorre toda su espalda sin dejar un centímetro a salvo de sus labios, él se voltea nuevamente y sin que ella lo espere la lleva al pared sin que ninguno de los dos lo quiera, el ritmo es el que maneja la situación, la besa suavemente mientras es notorio el sudor en sus cuerpos por lo que él con un poco de atrevimiento decide responder el gesto y quitarle la blusa, para lo cual él está sumergido besando el intermedio de sus pechos, se miran fijamente a los ojos, mientras mutuamente se van desabrochando el pantalón uno al otro, esa mirada penetrante, cómplice entre ellos, se queda así hasta que ambos solo poseen sobre su cuerpo la ropa interior, él desiste un poco y regresa acariciar su vientre, su espalda, regresa por la ultima prenda de ropa que falta, el sostén que guarda los últimos secretos de su cuerpo, lo quita mientras le besa los labios y acarician sus lenguas, en el momento que suena clic, él le muerde un poco el labio, el calor de ambos se siente aún más, ahora sí, piel con piel, esa piel que ella empieza a recorrer sin interrupciones, no quiere dejar ningún lugar libre de roces, de caricias, de besos, él la voltea y recorre lentamente su espalda con besos, mientras sus manos acaricia sus pechos, su vientre, su cintura, ella volteándose lo lleva a la cama, y recorre cada parte de su cuerpo observando en cada momento la reacción de él, se queda acostada sobre su cuerpo, sintiendo cada uno la agitación que se han provocado, él la acerca para besarla para proponerle sin hablar un cambio de posiciones, quiere que ella este con la misma cantidad de sensaciones que ella ha provocado en él, empieza lentamente a recorrer su cuerpo con sus manos y con sus labios, se encuentra entre la divergencia de sus pechos o seguir, ante lo cual decide prudentemente seguir recorriendo su cuerpo con sus manos, sin pasar mucho tiempo baja un poco más, y besa su vientre, uno a uno va formando un camino hasta el límite de su cintura y su ropa interior, toca la parte protuberante de su cuerpo izquierdo con su mano, a lo cual ella solo cosquillea, y él muerde su ropa interior como pidiendo autorización, sin embargo ello no responde, roza ligeramente con su mano derecha toda su ropa interior de abajo hacia arriba, ella sin que él lo espere, toma sus manos y le indica que baje su ropa interior, así que no pierde mucho tiempo y busca la forma de quitarle a la par la última prenda que queda sobre él, para por fin, estar ambos, sin nada que se interponga en cada centímetro de su cuerpo en el roce de piel con piel, ella se recuesta nuevamente, llevándolo a él sobre su cuerpo, entrelazando sus piernas a las de él, y dejando en cada beso, la reacción de un movimiento involuntario en cada parte del cuerpo, movimientos que ya solo dejan ver la excitación a la que han llegado, él está al punto límite de excitación, decide besarla, los movimientos de ambos son fuertes e insinuantes, el con sus manos la sostiene de la cintura, la mira fijamente, proponiéndole, terminar lo que los dos habían comenzado, ella lo toma y acepta con la mirada y lo lleva hacia su cuerpo, la parte más femenina y la parte más viril están alineadas, sus respiraciones son incontroladas ya, ambos se dejan llevar por cada sensación, sus movimientos van uniéndolos más y más, logran sentirse el uno al otro sin dejar de besarse, de acariciase, tanto ella como él, sus cuerpos se mueven en un vaivén sin música en un compás sin tiempo donde la respiración marca el ritmo de la excitación de sus cuerpos, juega con su pecho, besa sus labios, recorre su espalda, quiere más de ella quiere sentirla, ella le permite sentir que son uno solo, en un mismo compás de movimientos, el disfruta cada momento y transmite su fuerza a ella, le besa la oreja, con ese acercamiento él puede escuchar en su oído cada gemido que provoca en ella, eso a él lo excita más, cada segundo que pasa es una nueva sensación que el descubre con ella, él sabe que está llegando al límite, ella lo mira, y él sabe que esa mirada es para decirle que no pare, que la deje sentirlo más, queriendo que lleguen al límite juntos, se dejan llevar sin medida, no hace falta que digan nada, ambos empiezan a sentir el uno por el otro que ese momento está llegando, el clímax, termina uno, pero no una historia, él sabe eso, entre gemidos descontrolados de los dos se detienen entre sudor y hormonas por el aire, él se recuesta sobre su pecho con un beso largo y peligroso, se quedan recostados piel con piel esperando el amanecer para otro historia mas.

-Con la colaboración de F. A. ;) 

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